La fiesta de la eterna admiración - Séptimo sentido - Un poema de Mukhtar Shakhanov

 

                                                                                               Gran Vía con la calle Alcalá, Madrid. 2019

Maribel Orgaz @leerenmadrid
Este poema pertenece a la edición, Antología de la poesía moderna en Kazajstán editada por Visor.


Séptimo sentido

Mukhtar Shakhanov

Te has casado, y me alegro por ti.

Pero no sólo los seres humanos,

incluso lobos con lobas y monos graciosos,

escapando de la soledad conectan sus destinos

para convertirse en un apoyo adecuado.

Uno para el otro.

Casarse como todos los demás,

y engendrar un hijo.

para esto no necesitas una mente grande.

La pregunta es, cuál de las dos caras de tu esposa

verás mañana.

Desde tiempos inmemoriales,

la gente confundía

sus calientes y tormentosos pasatiempos fugaces

con el amor.

Esta pasión también da chispas.

Pero no todos pueden entender

que en el mundo nuestro,

tan humano y tan olvidadizo,

el amor es el pico más alto

al cuando pueden subir sólo unos pocos afortunados.

Y tal vez, ay, de decenas de miles

solo dos son capaces de aferrarse

en el borde afilado de esta increíble,

cautivante y emocionante fiesta de felicidad.

Fiesta de la eterna, incensante admiración.

La intimidad corporal,

sin la cercanía del espíritu,

es una tristeza inconmensurable.

Por eso en el mundo mucha gente está sola,

sufriendo porque a su media naranja le faltan alas.

Ellos nunca viven los vuelos irrepetibles

y las fiestas inexplicables.

Completamente privados de esta suerte son infelices

y sonriendo a los ojos, a menudo en secreto están limpiando lágrimas amargas.

Y en cualquier encrucijada del camino de la vida

siempre encuentras la inexorable pregunta:

¿acaso tu esposa se ha convertido 

en la verdadera amiga de los motivos más ocultos de tu alma?

¿Siente ella tus tormentas y alegrías

con su séptimo sentido?

Y si no,

entonces, todas tus aspiraciones 

son iguales a intentar encender fuego en un día ventoso.

Y eso significa que tu estás muy lejos de la fatídica meta.

Demasiado lejos...

¡Así de inalcanzable y misterioso,

de selectivo y voluble es este Amor!






A mi puerta llama la vida - Fernando Aramburu y Gabriel Pape

Tomé esta fotografía en el Barrio de Lavapiés, Madrid. 2018

Maribel Orgaz @leerenmadrid

El escritor Fernando Aramburu publicó el 4 de diciembre de 2016, en el diario El País este artículo sobre su esposa, Gabriel Pape. 

Guapa: pasa de treinta años que llamaste a la puerta. Es la calle del Canal de Zaragoza, en el barrio de San José. Llamas a una hora criminal para un estudiante nocherniego, las diez de la mañana. Me acababa de levantar y me pillaste recién vestido, con una chaqueta marrón de punto que guardaré durante varias décadas como ­reliquia de aquel instante.

¿Eres un agasajo del azar? Esto lo hemos hablado los dos a menudo, asombrados risueñamente mientras hacemos cábalas sobre el sinfín de casualidades que hubieron de sucederse en la historia de las naciones para que tú y yo nos encontráramos. Abro la puerta  del modesto piso de alquiler pensando en que quizá el cartero me traiga un paquete o un telegrama como aquel que tiempo atrás me anunció el fallecimiento de un pariente; pero quien llama es la vida con un obsequio formidable.

Te veo delante de la puerta, la melena ondulada, los ojos de un bellísimo gris azulado, la sonrisa tímida a través de la cual pronuncias, confiésalo, la frase que trajiste aprendida de memoria y que es encantadoramente incorrecta. Vienes buscando nuevo alojamiento. En el que ocupabas hasta entonces, compartido con dos compañeras de tu país, no puedes practicar la lengua española que estás estudiando. Y entras y miras la habitación disponible y decides quedarte. En la convivencia cotidiana, durante varios meses, se va adensando poco a poco, desde la atracción física inicial, esa sustancia que, además de unir cuerpos, une vidas. Para mí es el amor; para ti, die Liebe. Dos formas de expresar lo mismo. 

Llega la primavera del año siguiente. Has de regresar a tu país y a tus estudios en la Universidad de Gotinga. Días antes de tu partida me voy a pasar el fin de semana en mi ciudad natal. Es la despedida. ¿Para siempre? Recuerdo la mueca mustia de tu cara al pie del autobús. Tienes un rostro tocado por la belleza y me da mucha pena dejarte. Pero vives en Alemania; nos separan obligaciones distintas, además de fronteras y kilómetros de llanura europea.

El lunes, de vuelta en Zaragoza, al entrar en el piso viene a abrazarme tu ausencia. En mi habitación, sobre la mesa, antes de marcharte habías dejado el diccionario español-alemán de tapas amarillas con el que tanto nos divertíamos a altas horas de la noche, yo buscando entre sus páginas, para moverte a risa, palabras picantes de tu idioma. Has dejado asimismo una nota en la que me deseas la felicidad. Entiendo el gesto y entiendo que comporta un ofrecimiento. El dilema es obvio. A un lado, mi posible tesis doctoral sobre la obra de algún poeta clásico, mis costumbres, mi familia, mi círculo de amigos, la coyuntura de un porvenir laboral en esta o la otra ciudad española. Al otro, tú, tus ojos, tu voz, Alemania.

Ignoro, al cabo de más de treinta años, lo que me habría deparado la primera opción. Sé lo que me ha dado la segunda. A veces me pregunto qué forma habría tenido mi vida sin ti. No me respondo. ¿Para qué si no me importa nada la respuesta?




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Un montón de escombros tratando de subir al autobús - Enrique Vila-Matas y Paula de Parma



El matrimonio de los ochomiles - La cumbre sólo merece la pena si es con el otro - Nives Meroi y Romano Benet

                                                                               Tomé esta fotografía en el pantano del Atazar (Madrid) en 2017


Maribel Orgaz @leerenmadrid
El ejemplo de la pareja Meroi-Benet sirve para recordar el tremendo valor de una cordada: dos voluntades atadas a una cuerda, cada cual responsable del otro, unidos en un viaje de deseo y renuncia. La cumbre solo merece la pena si es con el otro. ¿No era eso el matrimonio?

Los italianos Nives Meroi y Romano Benet son la primera pareja que hollan juntos las 14 mayores cimas del mundo. 

El matrimonio de los ochomiles, El País, mayo 20
Son la primera pareja en hacerlos todos conjuntamente y sin oxígeno. Desnivel, 2017



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Creí que no podría volver a escribir - Claribel Alegría y Darwin J. Flakoll




Creí que no podría volver a escribir - Claribel Alegría y Darwin J. Flakoll

 Tomé esta fotografía en Málaga, en marzo de 2019


 Maribel Orgaz @leerenmadrid
“La poesía fue una salvación total. Mi marido y yo tuvimos una amistad enorme, y cuando él murió creí que el mundo se me venía abajo y que ya no iba a escribir. Hice un viaje sola a Asia, donde no conocía a nadie y nadie me conocía, para buscarme. Y vino la poesía y la poesía me salvó”, aseguró Alegría.

                                   Claribel Alegría, XXVI Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana

No puede conmigo la tristeza
la arrastro hacia la vida
y se evapora.


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Un montón de escombros tratando de subir al autobús - Enrique Vila-Matas y Paula de Parma





Vivir en los lugares que él crea - Sylvia Plath en Benidorm (Alicante, España)

 

Tomé esta fotografía de la Playa de Poniente, Benidorm 
(Alicante, España 2021)


Maribel Orgaz @leerenmadrid
En julio de 1956, Sylvia Plath y su marido Ted Hughes alquilaron una habitación en Benidorm (Alicante, España) a una viuda, apellidada Manglada. Les costaba 100 pesetas diarias y Sylvia escribe en su diario que la manutención de ambos suponía otras 40 pesetas. Poco después, encontraron una casa independiente para alquilar en la calle Tomás Ortuño, número 59. 

Los recién casados trabajan en sus proyectos literarios y en sus diarios, Plath describe con entusiasmo el buen tiempo, los benidormenses, el mercado al que va casi a diario, los puestos de fruta y verdura, los paseos al atardecer. 

Ted Hughes escribía por aquel entonces una serie de fábulas sobre elefantes y grillos.

"Vivir con Ted es como estar escuchando un cuento eternamente renovado: tiene la inteligencia más asombrosa e imaginativa que he conocido, podría vivir siempre en los innumerables lugares que él crea. Nunca había disfrutado de condiciones tan propicias: un marido brillante e increíblemente guapo (...) una casa tranquila y amplia donde nada me perturba, ni el teléfono ni las visitas; el mar al cabo de l calle, las montañas alrededor (...). Cada día nos sentimos más fuertes y más vivos". Diarios completos. Sylvia Plath · Karen V. Kukil. Traducción: Elisenda Julibert. Edición española de Juan A. Editorial Alba. 



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Un matrimonio que fue siempre un noviazgo



Un montón de escombros tratando de subir al autobús - Enrique Vila-Matas y Paula de Parma

 
Tomé esta fotografía en la Puerta del Sol 
(Madrid) en 2018



Maribel Orgaz @leerenmadrid
El escritor Fernando Aramburu entrevistó hace unos años, al también escritor Enrique Vila-Matas y en este artículo de la revista Siempre hicieron un extracto: 

"Mi teoría es que las mejores amistades, las más duraderas, se basan en la admiración, en algo tan arriesgado como tener en alta estima al otro. Porque ¿cómo se puede tener por amiga o amigo a alguien a quien no admiras? Creo que ese tipo de admiración, que en realidad es respeto profundo, lo ennoblece al amigo, lo realza ante tus ojos, lo eleva a una posición maravillosamente superior a la tuya, lo que, dicho sea de paso, propicia, como ha ocurrido hace un momento, que uno sienta que recobra la antigua sensación de que dialogar es como leer: pensamos que no volverá a ser posible y de pronto quedamos de nuevo sorprendidos al ver que podemos acceder a la experiencia del mundo a través de una conciencia que no es la nuestra. Lo extraño es que esto, que es impresionante y hasta tiene un punto de milagro, ya prácticamente toda la humanidad lo ignora, empezando por los que hacen campañas para que se lea".

Nabokov acostumbraba dedicar sus libros a su esposa Vera. Enrique Vila-Matas hace lo propio con Paula de Parma. Atendiendo a lo que afirman los biógrafos, Nabokov, sin Vera, apenas se habría podido sostener de pie, ni siquiera literariamente. 

-¿Cuál crees que sería el resultado de la operación aritmética: Vila-Matas menos Paula de Parma?





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Por qué un abrazo debe durar un poco más




Tomé esta fotografía en Miraflores de la Sierra (Madrid)
 en octubre de 2018


Primero fue la revista Quo

"La duración media de un abrazo entre dos personas es de tres segundos. Pero se ha descubierto algo fantástico. Cuando un abrazo dura 20 segundos, se produce un efecto terapéutico sobre el cuerpo y la mente. La razón es que un abrazo sincero produce una hormona llamada “oxitocina”, también conocida como la hormona del amor. Esta sustancia tiene muchos beneficios en nuestra salud física y mental, nos ayuda, entre otras cosas, para relajarse, para sentirse seguro y calmar nuestros temores y la ansiedad. Este maravilloso tranquilizante se ofrece de forma gratuita cada vez que tenemos a una persona en nuestros brazos, cuanto más nos acercamos a alguien o simplemente sostenemos los hombros de un amigo. Abraza, abraza con el corazón....".

Después, la doctora Rojas Estapé que en esta conferencia,  en la que hablaba sobre cómo una estresante experiencia la llevó a investigar por qué nos calmamos con un abrazo de apenas unos segundos, en concreto de tan sólo ocho.



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Ella hace una señal y comienzan los bosques. Emily Dickinson